Viajar nos lleva instintivamente a pensar en movernos para visitar cuantos lugares de interés pueda ofrecernos un destino. Y no hay por qué dejar de hacerlo aunque también nos merecemos un descanso para reponernos de las emociones.
Esa desconexión podemos encontrarla en un spa, un lugar con unas instalaciones diseñadas para relajarse a través del agua, casi siempre corriente y no medicinal. O, dicho de otra forma, llamamos spa a un establecimiento que ofrece tratamientos, terapias y sistemas de relajación basados en el agua, aunque en los últimos años se les han ido sumando otro tipo de tratamientos, terapias, masajes y sistemas, tanto de salud como de belleza, inspirados en otros elementos de la naturaleza con el objetivo de profundizar en nuestra tranquilidad, permitirnos desconectar y salir más guapos y guapas de lo que entramos.
Pero, ¿sabéis qué diferencia hay entre un spa y un balneario?
Habitualmente utilizamos estas dos palabras como sinónimos pero no lo son. Los balnearios y los spas comparten características pero no son iguales. Como vamos a ver, ambos son buenos lugares para combatir el estrés, calmar los nervios y conseguir que una persona se relaje rápido, pero entre ellos hay importantes diferencias.
Agua termal vs agua corriente
La principal diferencia entre estos espacios es que a pesar de que tanto spa como balneario son centros de hidroterapia, esto es, establecimientos que utilizan el agua como agente terapéutico, generalmente el agua del spa es agua corriente (‘agua del grifo’ para entendernos); y el agua del balneario es agua termal o agua medicinal (también agua mineromedicinal) que suele provenir de una fuente o manantial. Asimismo, aunque tanto spas como balnearios buscan propiciar relajación, el spa suele carecer de carácter ‘medicinal’, así como de médicos en sus instalaciones.
¿Relaja igual el agua termal que el agua corriente?
Pero ojo, porque la composición de las aguas no influye en la ‘capacidad relajadora’ de las técnicas de hidroterapia. Las aguas de los spas relajan tanto como las de los balnearios, pero como normalmente son corrientes, los spas pueden ubicarse en cualquier lugar. Y esto es algo muy agradecer, porque gracias a que se puede abrir un spa en cualquier parte se ha democratizado el acceso a la hidroterapia, antaño un lujo que solo se permitían las clases más pudientes y acomodadas que tenían el tiempo y el dinero para desplazarse hasta ellos.
Hechas las presentaciones, tú eliges
Con la tarjeta turística «Amigos de Segovia» podrás disfrutar ambas opciones, tanto si vas a quedarte en la ciudad como si prefieres desplazarte a la provincia.
El spa Salutem per Aquam se sitúa a pocos metros de la Plaza Mayor, en un espacio arqueológicamente recuperado y mayoritariamente de época romana. Si a ello unimos los elementos estimulantes y reconstituyentes del mundo termal moderno, nos encontraremos en un lugar ideal para relajarse y darse un gran baño de historia.

Por su parte, la provincia nos ofrece la posibilidad de disfrutar del balneario Navalcaz, en la localidad de Trescasas (a 5 kilómetros de la capital provincial), con una atractiva zona de hidroterapia con piscina termal, baños de vapor, sauna, chorros relajantes y cortinas de agua, bañera de hidromasaje y jacuzzi, camas y asientos individuales acuáticos, cabinas de tratamientos y zonas de relax.
